17.6.10

matanza de delfines en Taiji, Japón

Al entrar en una sala de cine abandona uno los trajines y ajetreos de la vida urbana para sumergirse en un espacio más allá del tiempo y las dimensiones habituales, como un templo. Ver un vídeo o un DVD en casa no es comparable a la experiencia de contemplar una película en la oscuridad del cine, solo ante la pantalla, dejándote llevar (perdón por la sarta de topicazos).



Es lo que he hecho esta media tarde, dejarme arrastrar al interior de los cines Verdi para ver el documental The Cove (la cala, o caleta), sobre la matanza de miles de delfines que, cada mes de septiembre, comienza en la aldea pesquera de Taiji, Wakayama, Japón. Masacre cuyo principal objetivo no es la carne de delfín (que, por otra parte, contiene demasiado mercurio), que también, sino la lucrativa venta de delfines a acuarios de todo el mundo donde malvivirán en cautividad, en cautiverio. Sólo os diré que la película muestra el difícil proceso, los diversos intentos de sortear todo tipo de obstáculos para rodar imágenes de una matanza que los habitantes de Taiji pretenden mantener en secreto, hasta el punto de que muchos japoneses de otros lugares desconocen que tenga lugar.



Os recomiendo ver este documental antes de que lo quiten, porque no tiene desperdicio. Desde las imágenes de los delfines nadando en libertad, la explicación de por qué han sido condenados a crueles espectáculos circenses, así como las acciones y palabras de personajes no sólo deleznables (como algunos japoneses que, desde sus puestos de trabajo de mayor o menor categoría, se empeñan en ejecutar, ocultar o justificar esa salvajada) sino también admirables, como el principal protagonista humano de la película, Ric O'Barry, capaz de asumir (es decir, reconocer e intentar reparar) errores cometidos hace varias décadas, el director Louie Psihoyos y el equipo de activistas que los acompañan (como bien dice uno de ellos, sólo se puede ser activista o inactivista).

Os dejo con un par de enlaces así como una canción del genial David Bowie o una extraña selección de música vagamente relacionada con el tema de esta entrada.





Ah, sí: no dejéis de ver las últimas imágenes, después de los créditos.

1 comentario:

Gelo Quero Miquel dijo...

Hola Jorge. Voy a intentar ir a los verdi a ver el documental, si es que está en cartelera. Interesante propuesta lo del cuento, pero para mi es muy complicado ilustrar un cuento.

Saludos